Por: Gisela Pliego
¡HOLA, hola! Una oportunidad más para que, en medio de las Fiestas Patrias, hagamos una breve, pero profunda reflexión acerca de lo que conmemoramos y de lo que significa el patriotismo tan exaltado en este tiempo.
La forma más común que encontramos de celebrar a la Patria es preparando y comiendo nuestros tradicionales platillos mexicanos, de los que nos sentimos muy orgullosos, en familia y/o con los amigos; con nuestra muy alegre música de mariachi o marimba, vistiendo colores verde, blanco y rojo o un traje regional y tradicional de las variadas regiones de la República Mexicana, en septiembre.
¿Y qué tal el sentimiento patrio cuando juega la selección (el TRI) o en algunos juegos internacionales cuando nuestros clavadistas, taekwondoínes, marchistas, los de tiro con arco, en el ciclismo, carreras de autos, o algún otro atleta gana una medalla? ¡No bueno! Se nos sale del pecho el corazón.
O cuando viene el tiempo de elecciones, en abril que tenemos que hacer nuestra declaración de impuestos y el pago de los mismos, También cuando vemos la oportunidad de pasarnos un alto o subir la velocidad porque no hay policías a la vista; cuando vemos actos de corrupción o ineptitud en el desempeño de algún servidor público, en el momento en que observamos a mexicanos en situación de calle, con las personas que nos prestan algún servicio, cuando vemos el pavimento roto, lleno de baches; cuando tenemos la oportunidad de comprar algo Hecho en México o “chino” porque nos resulta más barato…¿También se nos sale el corazón del pecho? ¿Cómo se vive el sentimiento patrio en estos momentos? ¿Nos involucramos con nuestros compatriotas? ¿Nos sentimos parte de la solución cuando estamos ante la corrupción o la ineficacia del gobierno? Muy probablemente la respuesta es NO.
Me parece justo hacer mención de lo vivido la semana pasada en relación con la pipa de gas que explotó en Iztapalapa. Pudimos observar verdadero patriotismo y se nos pudo salir el corazón del pecho; así como en los terremotos y/o demás desastres naturales ¡Admirable cuando los mexicanos somos capaces de ver más allá de nuestras necesidades y de nuestra comodidad para aliviar el dolor de otros, que es nuestro!
Qué maravilla sentir a la patria todos los lunes que se inicia en las escuelas la semana laboral haciendo honores a la bandera recordando que nuestro máximo esfuerzo construye una nación humana y generosa.
Demos vida a México trabajando en nuestro desarrollo humano, conformando una sociedad más sana y haciendo de México un gran país más allá de septiembre o del podio de los vencedores en las competencias deportivas.
¡Viva México! Cada día, en cada mexicano, en las buenas y en las no tan buenas. Dejemos de criticar y seamos proactivos construyendo una Patria ordenada, unida, productiva, segura y fértil; para nosotros y para los nuestros y para las generaciones venideras.
